La nueva normalidad en Ecuador
Han pasado ya mas de 9 meses desde que se
declaro la pandemia por el “Covid19”, hemos aprendido a realizar muchas
actividades en forma digital, los hogares de los ecuatorianos se han convertido
en oficinas, escuelas y espacios recreativos.
Hemos dejado actividades nocturnas, de
esparcimiento y cultura que significan en la practica aglomeramientos y representan espacios
potenciales de contagios para la población.
¿Hasta cuando vamos a estar en esta situación,
la vacuna es la solución?
Quizás lo más difícil de toda esta situación que
hemos vivido es que se prolongue en el tiempo, es decir aceptar que es parte de
la nueva normalidad y que no nos queda mas que aceptarla y aprender a convivir
con ella.
Según los expertos, la vacuna ayudara a mitigar
los contagios, sin embargo, aún es temprano pronosticar si esto significaría el
comienzo del fin, es decir tendremos que esperar un tiempo mas para conocer
como la población se adapta a la vacuna y conocer con mayor profundidad la
forma de actuar del virus a lo largo del tiempo.
Por tal motivo, el uso de la mascarilla, el
lavado de manos y el distanciamiento físico continuarán siendo nuestras armas
mas eficaces contra el virus, esto conlleva a mantener nuevos estilos de
vida, pagos electrónicos, educación en línea, teletrabajo, no a las
aglomeraciones, tomarse la temperatura y mantener los protocolos de bioseguridad.
Quizás uno de los principales impactos que
tiene esta “nueva normalidad” es sobre las relaciones sociales, los individuos
somos seres que necesitan relacionarse, interactuar, compartir experiencias, opiniones,
emociones, etc.
¿Estamos preparados para continuar con esta
nueva normalidad?
Esta pregunta la tendrá que responder cada
individuo luego de un proceso de reflexión interna, sin embargo, las
condiciones sociales y económicas del país obligan a la población a no acatar
las medidas de bioseguridad por una necesidad de subsistencia, con lo cual ponen
en aprietos a las autoridades nacionales y locales cuya misión es proteger a la
ciudadanía contra nuevos contagios y una posible saturación del sistema
sanitario.
Cada individuo deberá entender
que la nueva normalidad es una nueva forma de convivir en una sociedad, buscando
un equilibrio entre la conectividad y la vida, tener la apertura mental de que
existen otras formas y métodos de realizar y satisfacer nuestras necesidades,
es decir el éxito en una crisis es para quienes se adaptan al cambio.
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