Actualmente los ecuatorianos vemos a diario noticias de robos, asaltos, extorsión, sicariatos y una violencia generalizada en ciertos puntos focalizados en las principales ciudades del país.
¿Qué es lo que ha sucedido?
El Ecuador ha sido un país que ha vivido
constantemente en crisis económicas y sociales muy grandes, desde que
retornamos a la democracia en 1979 y con el boom petrolero, el pais se dejo deslumbrar
de las bondades del “oro negro”, descuidado otros importantes sectores
productivos.
En la década de los 90, sufrimos el levantamiento
indígena y empezamos con una gran inestabilidad política que obligaba a los gobernantes
a no terminar sus periodos siendo reemplazados por sus vicepresidentes.
Posterior a eso, el país confió en un proyecto político
a largo plazo, en donde supuestamente estaban corrigiendo todas las deficiencias que acumulo el país, sin
embargo en todo ese periodo de supuesta “bonanza”, se permitió que prolifere en
gran escala la delincuencia organizada transnacional, donde el estado dejo de
controlar su espacio aéreo, facilito a que el consumo de drogas ilícitas llega
a los más jóvenes y promoviendo un deterioro social en la
sociedad.
Actualmente salir con tranquilidad a las calles
sin el temor que no sea asaltado por un celular, laptop, reloj o alguna joya,
se ha convertido en un estrés y martirio para muchos que ya no se sienten seguros en las calles, inclusive en los semáforos,
en donde podemos ver un sin número de vendedores ambulantes y limpiadores de
parabrisas que hacen sentir incómodos
a los conductores.
En la actualidad, el país esta sufriendo una
profunda crisis económica, política y social, donde las posibilidades de
empleo son escasas generando un importante grupo de profesionales en la desocupación.
Ecuador ha dado refugio y ha brindado una
oportunidad de “segundo hogar” a miles
de ciudadanos venezolanos que se han visto obligados de salir de sus país por
el manejo desastroso de su economía, con lo cual también por las políticas de migración de anteriores gobiernos, se ha permitido que no se pida un récord policial o algún documento que elimine el riesgo de que ciudadanos con procesos penales en otros países ingresen libremente a radicarse en el país.
¿Qué se puede hacer?
Desde la política pública, es responsabilidad
de los gobernantes, alcaldes, asambleístas promover una ley de seguridad
nacional, políticas de estado para que los delitos sean sancionados con mayor
severidad, protegiendo a la policía nacional y no a la delincuencia, promover a la ciudadanía para que se
involucre con la seguridad ciudadana, implementando una participación activa en cada uno de los
barrios, educando y promoviendo una cultura de seguridad preventiva en todos los niveles educativos.
En estos momentos, se ha dado la oportunidad a
otro proyecto político a que mejore y corrija todos los errores del pasado con el fin de lograr una mejor calidad de vida para todos.
Debemos aprender a vivir con esta nueva realizad y exigir a estado y sus autoridades cambien definitivamente esta realidad que ha quitado libertades a los ciudadanos, impartiendo el miedo y la zozobra entre toda la sociedad.
El estado debe apoyarse de todas las fuerzas institucionales y cooperación internacional para cambiar esta realidad que marcara el futuro del país y de las próximas generaciones.
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