Inseguridad, ¿la nueva pandemia? Según los datos oficinales de la policía nacional, los delitos de extorsión y robos se han incrementado en un 300% con respecto a periodos anteriores, lo cual hace que estemos viviendo uno de los meses más inseguros y con más delitos por la delincuencia común y organizada. Si bien el país afronto la pandemia del covid-19 en el 2020, la cual costó salir un par de años luego de la campaña de vacunación, los efectos a nivel económico y social aún se perciben en la sociedad ecuatoriana. El sector privado se vio obligado a realizar ajustes en su nómina, reorganizar las tareas de su personal, recortar gastos, optimizar recursos, todo esto para poder seguir activo en el sistema económico, con lo cual la tasa de desempleo y subempleo se incrementó en un 35% por ciento según los datos del INEC. En el 2022, el país afronto una grave crisis política y social, poniendo en riesgo la democracia y la estabilidad económica del país, con actos de terrorismo y
La inseguridad, un factor de riesgo para Seguridad y Salud Ocupacional Actualmente el ecuador está viviendo uno de los momentos más violentos de toda su historia, como consecuencia de una débil institucionalidad, ausencia de política nacional, ideologías políticas y ausencia de los gobiernos centrales. La posición geográfica del ecuador, su economía dolarizada y su cercanía con los principales productores mundiales de estupefacientes, lo convirtieron en pocos años en un caldo de cultivo para las bandas del crimen organizado transnacionales. En los últimos años, se han incrementado las muertes violentas entre 250 a 300%, especialmente en ciudades del perfil costanero, sin poder dejar de mencionar también en las principales ciudades de la sierra ecuatoriana. Las consecuencias para la economía y para la reactivación económica son graves, fenómenos nuevos como las denominadas vacunas, secuestro extorsivo, robo a mano armada, representan nuevos retos para los gobiernos de turno.